JESÚS TOLEDO
Con aparentes huellas de tortura, un velador fue localizado dentro de un camión ahorcado con un lazo atado al pasamanos de la unidad, que estaba dentro del taller mecánico que cuidaba. Hasta el momento se desconocen las causas exactas de su muerte, pero no se descarta un posible homicidio.
El cuerpo de Ángel Álvarez González, de 54 años de edad, fue encontrado sin vida por uno de sus cinco hijos, Juan Pablo Álvarez Angulo, quien fue a buscar a su progenitor al taller “Las Águilas” donde trabajaba.
El adolescente dijo a las autoridades que al ver que su padre no llegaba, fue a buscarlo al taller ubicado en la 17 sur, entre 8ª y 9ª poniente número 941, debido a que iba llegar tarde a su segundo trabajo en una guardería en el fraccionamiento Moctezuma.
Pero nunca pensó que al subirse al camión con leyenda Nandalumi, que cubre la ruta San Fernando-Tuxtla, con número económico 24, viera a su padre ahorcado en uno de los últimos asientes y con golpes visibles en el rostro y otras partes del cuerpo.
Entonces, el joven decidió llamar a su familia que viven en la 18 sur y 9ª poniente, a solo cuadra y media del taller, y le informó a su madre lo que había ocurrido. Familiares del occiso informaron inmediatamente a las autoridades que acudieron a eso de las 8:30 de la mañana al taller.
Un familiar cercano al occiso, Leonidas Cervantes Solís –su compadre-, dijo que nunca vio que Ángel tuviera comportamiento suicida; declaró que siempre fue una persona muy tranquila que no se metía con nadie, “por lo que me extraña que digan que estaba ahorcado” dijo.
Pese al hermetismo que guardaron los peritos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) se logró saber que el occiso presentó huellas claras de forcejeo, por lo que se cree que no se trató de un suicidio sino de un homicidio.
Familiares y conocidos del hoy finado solo vieron como las autoridades encubrieron el lugar para bajar el cuerpo y trasladarlo al Servicio Médico Forense (Semefo) donde le practicarán la autopsia del ley que determinará la causa de su muerte.
El cuerpo de Ángel Álvarez González, de 54 años de edad, fue encontrado sin vida por uno de sus cinco hijos, Juan Pablo Álvarez Angulo, quien fue a buscar a su progenitor al taller “Las Águilas” donde trabajaba.
El adolescente dijo a las autoridades que al ver que su padre no llegaba, fue a buscarlo al taller ubicado en la 17 sur, entre 8ª y 9ª poniente número 941, debido a que iba llegar tarde a su segundo trabajo en una guardería en el fraccionamiento Moctezuma.
Pero nunca pensó que al subirse al camión con leyenda Nandalumi, que cubre la ruta San Fernando-Tuxtla, con número económico 24, viera a su padre ahorcado en uno de los últimos asientes y con golpes visibles en el rostro y otras partes del cuerpo.
Entonces, el joven decidió llamar a su familia que viven en la 18 sur y 9ª poniente, a solo cuadra y media del taller, y le informó a su madre lo que había ocurrido. Familiares del occiso informaron inmediatamente a las autoridades que acudieron a eso de las 8:30 de la mañana al taller.
Un familiar cercano al occiso, Leonidas Cervantes Solís –su compadre-, dijo que nunca vio que Ángel tuviera comportamiento suicida; declaró que siempre fue una persona muy tranquila que no se metía con nadie, “por lo que me extraña que digan que estaba ahorcado” dijo.
Pese al hermetismo que guardaron los peritos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) se logró saber que el occiso presentó huellas claras de forcejeo, por lo que se cree que no se trató de un suicidio sino de un homicidio.
Familiares y conocidos del hoy finado solo vieron como las autoridades encubrieron el lugar para bajar el cuerpo y trasladarlo al Servicio Médico Forense (Semefo) donde le practicarán la autopsia del ley que determinará la causa de su muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario