domingo, 18 de abril de 2010
¡Le aplastaron la vida!
Jesús Toledo
El descuido de una madre y la inocencia de una niña, terminaron en una desgracia que pintó de rojo a toda una colonia en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez. Todo ocurrió cuando la pequeña de escasos tres años de edad fue aplastada por un colectivo de la Ruta 67 cuando pretendía recoger unas frituras que se le cayeron.
La gente de la colonia San José Terán se arremolinó sobre la 5ª Sur y 2ª Oriente, donde había ocurrido el hecho a eso de las 3:30 de la tarde de este domingo.
Presuntamente la infante Brisa Concepción Gómez Gómez había salido de su casa a unos metros de donde ocurrieron los hechos. Madre e hija se dirigieron a la tienda a comprar la fritura para la menor, pero cuando cruzaban la calle, a la niña se le cayó la bolsa y cuando se detuvo para recogerla la atropelló el colectivo 6704, con placas de circulación 384074-B, que era conducido por Manuel de Jesús Martínez Hernández.
A decir de los testigos, la madre en ningún momento agarró a su hija para cruzar la calle, lo que causó que la niña apareciera frente al colectivero que no tuvo tiempo de frenar.
El peritaje arrojó que después de que el vehículo la atropelló y la tiró al suelo, le pasó encima y la arrastró pocos metros, causando exposición de masa encefálica y varias fracturas en ambos brazos y piernas. La niña murió casi al instante.
Familiares y vecinos arribaron al lugar para observar lo que había ocurrido, y el hecho causó la molestia de varios de ellos.
El colectivero como pudo se dio a la fuga, ya que la gente quería lincharlo, pese a que él no tuvo la culpa. De manera extraoficial se supo que el conductor fue detenido por la Policía de Tránsito y puesto a disposición de las autoridades correspondientes.
NI LAS MANITAS METIERON
A los pocos minutos que ocurrió la desgracia, donde murió la infante Brisa Concepción, arribó el dueño de la concesión de la unidad, Raquel Gordillo Alcázar, pero éste llegó a agredir física y verbalmente a la madre de la occisa, alegando que cada quien iba a pagar los daños y que no se iba a responsabilizar del accidente. Esto causó la primera de varias peleas.
Los vecinos, molestos por lo que había ocurrido y por la actuación del concesionario, empezaron a golpearlo sin que la Policía Municipal y Estatal Preventiva (PEP) metieran las manos.
Los agentes se hicieron de la “vista gorda” y dejaron que los yernos de Raquel Gordillo lo sacaron a rastras del lugar y lo resguardaran dentro de un vehículo marca Chevrolet Chevy, con placas de circulación DRB-2337, del estado de Chiapas.
La trifulca duró varias horas y ni la PEP y menos la Policía Municipal resguardaron la seguridad de los medios de comunicación y de un perito de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), a quienes les quitaron su equipo de trabajo.
Tampoco defendieron al operador de la grúa, Gerardo Zea, quien fue golpeado por los familiares de la occisa al querer retirar la unidad para proceder con los lineamientos que marca la ley. Simplemente se hicieron de la “vista gorda”.
Algunos elementos de la PEP resguardaron el área para que elementos del Servicio Médico Forense (Semefo) sacaran a la occisa debajo del vehículo y la trasladaran a sus instalaciones.
La autoridad no tuvo el valor de resguardar el trabajo del operador de la grúa y hasta varias horas después permaneció en manos de los molestos colonos, quienes pretendían incendiar la unidad.
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