¡Colectivo asesino!

JESÚS TOLEDO

Una multitud se arremolina en la entrada de San Fernando. Todos guardan silencio. Se vive un ambiente de tensión. Nadie habla, solo miran. A lo lejos, se ve correr a una mujer desesperada. Es la madre de una niña de 12 años que acaba de morir atropellada por un colectivero.

Para la madre de Esmeralda Díaz, “su luz” se le apagó. Este lunes 22 de Marzo por la mañana, había mandado a su hija a la escuela, y para la tarde ya la esperaba con ansias, pero Esmeralda nunca regresó y murió atropellada por un colectivo que decía “Dios es amor”.

Eran cerca de las 11:00 de la mañana de ese día. La gente se empezó a arremolinar. Desconocían lo que pasaba, pero a lo lejos podían distinguir lo que parecía el cadáver de una persona.

Poco a poco los pobladores de San Fernando se amontonaron frente a la entrada del municipio.

A decir de las autoridades, fue en colectivo que transita la ruta Progreso-San Fernando con las placas 384-649-B, quien le arrebató la vida a una inocente. Dice la gente que corría a toda velocidad pese a los reductores de velocidad que ahí se encontraban.

El conductor de dicho colectivo, Oscar Geovanny Gutiérrez de la Cruz, de 20 años de edad, dijo que venía despacio. Fue desmentido cuando el peritaje arrojó que venía a exceso de velocidad y que trató de evitar el percance, pero derrapó casi 30 metros hasta arrollar a la niña.

“Yo venía despacio, no la vi. Se calla. Lo que pasa es que la niña apareció de pronto detrás de un camión y no me dio tiempo de frenar”, dijo.

En medio del silencio un grito se deja escuchar. Es la madre de la niña exclamando al cielo “por qué, por qué a mi hija”. La desconsolada madre se calla y vuelve a mirar el cuerpo de su pequeña, mientras que la gente murmura y susurran quedito.

Una hora después del accidente, y con la multitud alborotada, los peritos realizan las correspondientes diligencias. Inmediatamente levantan el cuerpo y lo trasladan a la morgue.
El conductor, con lágrimas en los ojos, fue detenido por la Policía Municipal de San Fernando, y posteriormente, fue trasladado ante las autoridades competentes para que determinen su situación jurídica.